Increíble. Te quiero.
Estas son las fotos de la que fue una de las mejores noches de todas. Lo sé, puede que esteis leyendo esto y no entendáis por qué lo fue, o no creáis que lo que pongo es tan importante, pero de verdad, para mí si lo es. El hecho de estar nerviosa con tan sólo una imagen en tu cabeza. Tenerlo todo planeado con semanas de antelación. Meterte en la cama y no poder dormir, porque lo único que puedes hacer es girarte y pensar "¿cómo será esta vez?".
También me hace sentir feliz el hecho de sentirme motivada, contenta, con escuchar una canción o mirar una foto y sentirte bien. O el ir caminando, y sonreír inconscientemente. Sí, hablo de esa sonrisa inocente que se nos escapa sin darnos cuenta. Las mariposas en el estómago. Los vuelcos en el corazón. Los espasmos repentinos de pegar un bote o dar un grito de repente, simplemente porque se te ha venido a la mente "lo voy a ver"
Sé que la mayor parte de los que estáis leyendo esto, no sabéis de que hablo, y en eso le veo parte del encanto. En guardar los pequeños secretos, disfrutar de los pequeños detalles. Como una persona, con la ayuda de otra, te puede hacer sentir ¿así? Una voz. Una imagen. Y ya no hablo sólo de algo en concreto, ya hablo de cualquier tipo de placer "intelectual".
Desde luego, todo se disfruta más cuando lo haces con alguien especial. El tener algo en común con una persona la hace especial, y si las cosas no hubieran ocurrido como ocurrieron, otro gallo cantaría. No me lo quiero ni imaginar. Porque entonces todo mi día a día, esas dos noches especiales, no hubieran sucedido jamás. Me las hubiera perdido como otras muchas noches, cosa que a partir de ya, cambiará, porque no pienso desaprovechar ninguna oportunidad que se me ponga por delante.
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